13 DE FEBRERO, SAN MARTINIANO
Martiniano nació en Cesárea de Palestina durante el reinado de Constancio II en el año 337.
Siendo muy joven Martiniano se instaló en un desierto durante 25 años donde se dedicó a la oración, ayuno y el trabajo.
Fue reconocido porque podía curar enfermedades y realizaba exorcismos.
Una vez que una mujer libertina apostó con sus amigos a que podría seducir a Martiniano quien tenía fama de santo.
Vino a él una noche fingiendo que se había perdido en la tormenta y le pidió refugio.
El santo la dejó entrar, pero cuando lo comenzó a tentar, Martiniano pisó con los pies descalzos el carbón ardiente y lleno de dolor gritó: si no puedo soportar este débil fuego, ¿cómo podré soportar el del infierno?
Sorprendida por la fuerza espiritual y por los sufrimientos de Martiniano, la mujer se arrepintió y pidió a nuestro santo le guiara por el camino de la salvación, posteriormente esta mujer se convirtió en monja.
Después Martiniano se fue a una isla deshabitado y allí vivió varios años sin techo y bajo el cielo.
Se alimentaba de lo que encontraba en la isla y de lo que recibía de un amigo dueño de un barco que lo visitaba y le compraba cestos que fabricaba Martiniano.
En una ocasión después de una gran tormenta naufrago un barco cerca de la isla y sólo se salvó una joven llamada Fotini, y ella fue traída por las olas a la isla.
Al recibirla Martiniano le enseño a sobrevivir en la isla y le dijo “Quédate aquí, en dos meses, un barco va a venir, y te puedes regresar en él.
Y para evitar las tentaciones a las que siempre tuvo miedo, el Santo se tiró al mar y con la ayuda de Dios alcanzó la tierra en el sur de Grecia.
Después Martiniano peregrinó por mas de 200 ciudades hasta que llego a Atenas donde murió en el año 422.
