Bienvenidos, queridos amigos, a LHB, vuestro programa dedicado a la música oscura. El día de hoy despedimos la octava temporada de La Hora de las Brujas, y lo vamos a hacer con un programa muy especial de los que denominamos “temáticos”, y que ya sabéis que nos gustan cantidad. De esta manera, no nos vamos a concentrar en un estilo o artista determinado, sino que vamos a interesarnos por un concepto e indagar en aquellas canciones, álbumes o grupos que se han inspirado en él para dar rienda suelta a su creatividad. Y hoy, siguiendo aquel programa de la serie “elementos de la oscuridad” que emitimos hace un par de temporadas y que titulamos “música primigenia”, vamos a coger la máquina del tiempo y viajar a los confines de la historia, explorando diversas propuestas mediante las cuales la música popular de las últimas décadas ha interpretado dos de las primeras y más prodigiosas civilizaciones que ha visto el ser humano: Sumeria y Egipto. Ya os aviso, y seguro que no os sorprenderá, que es en el ámbito del Rock Gótico y del Metal donde más vamos a incidir, puesto que son precisamente estos estilos los que, dentro de la música popular, más se interesan en ampliar sus horizontes creativos e intelectuales, superando las consabidas banalidades cotidianas. Comenzamos por la primera de ellas; hace casi cuatro milenios, en las tierras bajas situadas entre los ríos Tigris y Eufrates, inicia su andadura Sumeria, ofreciéndonos en sus tablillas cuneiformes las primeras narraciones míticas de las que disponemos. Ellas nos muestran una teogonía bastante inmisericorde respecto al ser humano, en la que los hijos del cielo, los annunaki, crean al hombre como esclavo a su servicio, antes de descender a su lugar definitivo en el inframundo
