La década de 1960 se configura, en la historia de la radio, como un momento de reorientación del medio: la radio se sostiene ahora desde el acceso instantáneo a la información y al entretenimiento, y ya no tanto, o solamente, como agente cultural.
La diversidad de sus contenidos, hace pensar que existe una radio para cada oyente. Característica que la convirtió en un medio atractivo para los anunciantes, y los avisos publicitarios no tardaron en llegar a las emisoras.
La radio se establece sólidamente en el horario de la mañana, franja a la que recurre una audiencia ávida de noticias recientes de primera mano. Aparecen nuevos programas como el Fontana show, de Cacho Fontana, y Rapidísimo, de Héctor Larrea y Antonio Carrizo con el ciclo “La vida y el canto”; que marcarían los estándares de programa de radio para las siguientes décadas.
En lo deportivo, nacen los programas de automovilismo: Carburando, Campeones del camino, Emoción en las rutas y en el fútbol hace su aparición como relator José María Muñoz.
