Con hojas de parra, con encaje candoroso, con telas raídas, e incluso con acero y cerrojos, pero casi siempre tapaditos. Tradicionalmente concebida su visión como obscena, son fuente de lubricidad, confusión, malentendidos y conflicto, ya que los hemos metido en procesos desnaturalizantes y horrorosos que parecen eternos... Pero los GENITALES, nuestra zambullida de hoy, resisten contra morales maniqueas ¡Y menos mal!
Durante esta entrega los tiburones se empeñan en quitarle a la genitalia ese velo tan aburrido con el que muchos se han empeñado en taparla. Ya saben, pececicos: ¡Huyan con nosotros de lo anodino y apúntense al delirio vulvástico!