Descifrar el significado de los sueños es una empresa que muchos han afrontado: desde la Kabbalah o el babilónico Talmud (que decía aquello de que "un sueño sin interpretar es como una carta sin abrir"), hasta Aristóteles, el psicoanálisis, o los corrillos a primera hora en el instituto. Pero ay, pececicos, aprehender significados y deslindar los símbolos oníricos no nos acerca a la magia del sueño... ni de la PESADILLA, la protagonista de esta zambullida. Y es que la interpretación, la categorización, anulan una magia nacida del sopor pero nunca soporífera, en la que la realidad "objetiva" se convierte en horrible reflejo de la realidad interna humana (o no), dando a luz animales extraños. Por eso esta zambullida evita los sistemas interpretativos y no ofrece explicaciones a vuestros ensueños más temibles: porque su objetivo es que el demonio nos libre de lecturas de arena... ¿Lo habremos conseguido?