Hemos tardado pero finalmente lo hicimos... Nos gusta lo meta y con el tributo es fácil; he aquí una reverencia picadita a nuestro océano madre, la radio. Porque alienta insomnios y cura dudas, despierta conciencias y aprieta los tornillos musicales de nuestros cerebros. Hoy, en Aleta Dorsal, radiopatía total.