Este material argumenta que el ejercicio es subestimado a pesar de ser extremadamente beneficioso, y que su estrategia de marketing se centra en aspectos menos convincentes como la pérdida de peso y la salud cardíaca general, que además podrían no ser del todo exactos. En su lugar, el texto enfatiza la conexión intrínseca entre el cerebro y el movimiento, sugerida por la evolución, y destaca los impactos positivos del ejercicio en las funciones cognitivas, incluyendo la capacidad de aprendizaje, la concentración, el estado de ánimo y la reducción del estrés, a través de mecanismos como la producción de BDNF y la influencia en neurotransmisores clave. Se compara el ejercicio con un medicamento muy valioso por sus efectos generalizados en el bienestar mental y físico.