Un experto explica que el ejercicio regular puede transformar la salud del cerebro, impactando positivamente el bienestar mental. Se destaca cómo el movimiento promueve la neurogénesis, el crecimiento de nuevas células cerebrales en el hipocampo, y fortalece la corteza prefrontal, mejorando las funciones ejecutivas. El ejercicio también desencadena la liberación de BDNF, una proteína que nutre las neuronas, y fomenta la angiogénesis, aumentando el flujo sanguíneo cerebral. Estos cambios estructurales y químicos, visibles con el tiempo, aumentan la resiliencia del cerebro al estrés y mejoran la cognición. Aunque la intensidad moderada y la constancia son clave, cualquier movimiento beneficia la salud mental.