A ver, si es mi jefe, debería saberlo todo, saber mucho más que yo sobre el trabajo que hacemos, saber gestionar, saber organizar, sabernos liderar, motivar, saberse comunicar correctamente con cada uno de nosotros, saber qué es lo que esperamos de este trabajo, saber los detalles del trabajo, del sector en el que nos movemos, de los procesos, de las herramientas que utilizamos…¡para algo es el jefe!
JEFES SABELOTODO
¿Estás seguro que es esto lo que esperarás de aquel hombre o aquella mujer a la que llamas jefe o jefa? ¿Seguro que es lo más importante que lo sepa “todo”? ¿Todo de todo? A veces, partimos de esa fantástica idea de cómo debería ser el mundo hasta que nos damos cuenta de que la realidad podría ser algo distinto. Cuando somos pequeños creemos que nuestros padres deberían saberlo todo, después cuando crecemos, pensamos que son nuestros maestros quienes deberían saberlo todo y cuando ya entramos en el mundo de los adultos, entonces decimos que es nuestro jefe o jefa quien debería ser capaz de saber “todo” lo referente al trabajo, pero…¿puede ser que estemos sobrevalorando el “saber”?