Qué maravilla es levantarse por la mañana de buen humor y sonriente, percibir las situaciones mucho mejor de cómo lo hacemos habitualmente, saludar a la gente con confianza y entusiasmo, afrontar el día con la máxima energía y, sobre todo, mantener y transmitir esa actitud que realmente marca la diferencia entre unas personas y otras. Cuando te sientes así, el mundo cambia de color, se abre un espacio de posibilidades que como dicen los místicos, es el origen de una infinita potencialidad.