A lo largo del tiempo, me he dado cuenta de que gran parte de mi trabajo, es hacer entender a la gente conceptos realmente simples, y que sin embargo, nos han enseñado a vivir como complejos. Muchos piensan que es una guerra perdida, aunque yo no siento que esté luchando. Y si mi labor de hoy ayudara a tan solo una persona a ganar alguna de sus batallas, ya me daría por satisfecho, y eso que ya me haya ocurrido muchas veces. Desde luego, para mi es un auténtico placer ver evolucionar a las personas a las que facilito procesos emocionales. Verlas crecer y transformar situaciones dolorosas en eventos llevaderos, no tiene precio.