Aunque no nos demos cuenta, consecuencia directa de no practicar “Conciencia Emocional”, la mayor parte del malestar que sentimos en nuestro día a día, está relacionado con conflictos del pasado no resueltos que proyectamos hacia nuestro presente. Me refiero a esas situaciones cotidianas sin importancia real, pero que valoramos muy negativamente, y que nos pueden llegar a provocar un alto nivel estrés y frustración.