¡Cambiar, cambiar y cambiar…! Pero ¿cómo? Supongo que esa será una de las preguntas que más se formule la gente. El crecimiento personal es igual a constante evolución, algo que nunca termina, concepto que en sí mismo acaba por desconcertar a la mayoría de las personas. Nuestra mente tiene una tendencia natural a “cerrar círculos”, a finalizar cosas, a poner fecha de caducidad a metas y proyectos, de hecho, es una de las máximas de cualquier proceso de coaching; y con razón…