Adaptación radiofónica del relato de Richard Matheson.
Encerrado en el sótano de una afable casa familiar, se encuentra el engendro: una criatura que no merece de sus padres ni siquiera un nombre propio. El engendro quisiera salir de su confinamiento, jugar en el patio de su casa, correr libre por las calles como los demás niños del vecindario, pero cadenas y el prejuicio de sus progenitores lo atan al submundo. El engendro empieza a perder la paciencia y la inocencia.