A través de la respiración obtenemos suficiente oxígeno para que cada una de nuestras células desempeñen su trabajo de la manera más óptima, mejorando el funcionamiento de nuestros órganos y de nuestros diferentes sistemas. Cuando respiramos de forma adecuada tenemos mayor resistencia a las enfermedades, energía y buena salud. Potenciamos nuestras capacidades mentales (concentración, intelecto, memoria) y tenemos mayor estabilidad emocional. La tradición de yoga pretende retomar la respiración completa, (también conocida como la respiración yóguica o respiración total) para tener una mente serena y regresar al ser. Es tan sencillo como tener el hábito de respirar bien.
Al respirar con toda nuestra capacidad pulmonar, de manera profunda y calmada, nuestros hombros y cuello necesariamente se relajan más, nuestro pecho y abdomen se expanden y esto es simbólico de lo que sucede a un nivel psicológico y espiritual. Estamos mucho más abiertos al mundo, somos más flexibles y expandidos, pensamos positivamente, podemos fluir con la vida, abrir el corazón y desapegarnos de emociones negativa y temores. La respiración adecuada hace brillar todo nuestro ser y nos puede transformar interiormente.