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En el programa de hoy haremos un breve paseo por la historia del aloe vera, y es que las propiedades de esta planta se conoce desde muy antiguo ya lo veréis.

El origen del uso del aloe vera se remonta a la noche de los tiempos al igual que el resto de plantas medicinales. Nadie puede datar quién y cómo fue el primer acercamiento a las plantas para buscar una solución paliativa. Lo que sí se sabe es que esta búsqueda se ha dado en todas las culturas y en todos los continentes, tal vez, ese conocimiento lo lleváramos en nuestro caudal genético, como decía el Gran Felix; y la transmisión de ese saber se haría oralmente hasta el origen de la escritura.
El primer texto escrito sobre el uso de plantas medicinales tiene unos 4.000 años de antigüedad, pertenece a la cultura de los Sumerios, localizado entre los ríos Éufrates y Tigris, actualmente Iraq.
Así pues, la primera referencia escrita del aloe vera como planta curativa se encuentra en un tratado médico egipcio, aproximadamente del año 1.500 a.C., llamado Papiro Ebers. En este tratado se indica el uso del aloe vera para combatir las lombrices, aliviar dolores de cabeza, dolores en el pecho, aliviar quemaduras, úlceras y para enfermedad de la piel y alergias.
Seguimos en la historia porque se le atribuye a los mercaderes fenicios los que extendieron el uso del aloe por todo el mundo grecorromano desde el siglo VI a.C. En el programa anterior hablamos que Discórides incluye en su obra De Materia Médica, en el siglo I d.C, las propiedades de esta planta. Un siglo después, el aloe ya era parte importante de la medicina occidental.

A partir del siglo VIII, los árabes, amplían el conocimiento sobre las virtudes y el uso del aloe y son los primeros en transformarlo en un extracto comercial para su uso por vía oral y su uso externo para la piel.

Durante la Edad Media existieron grandes plantaciones de Aloe vera llamados "zabilares", (debéis saber que uno de los nombres del aloe vera es zábila o pita zábila). El pueblo árabe también cultivó en Al-Andalus la zábila, hay referencias concretas en Málaga. Se recoge en el libro de Plantas Medicinales de Pío Font Quer, que el Rey Católico Don Fernando en el cerco a Málaga para su reconquista, puso su tienda en la "Huerta del acíbar", teniendo este nombre porque allí se exprimía el zumo de la zabila donde se extraía el acíbar, líquido utilizado como purgante.

Gracias a los árabes se extendió el uso del aloe en toda la Península Ibérica, cuenca mediterránea y de ahí trascendió por el resto de Europa.

Un hito importante en la historia de esta planta es cuando el Almirante Cristóbal Colón introduce el aloe vera en el continente americano. Probablemente fuera aloe de las Islas Canarias y comentaba que era una de las plantas medicinales que empleaba la tripulación para las emergencias médicas. Colón comentaba que: -Cuatro son los alimentos que resultan indispensables para el bienestar del hombre: el trigo, la uva, el olivo, y el Aloe Vera. El primero alimenta, el segundo le levanta el ánimo, el tercero le aporta armonía y el cuarto le cura el organismo-.

Entre los siglos XV-XVI, se intensifica su uso, el médico y alquimista Paracelso los incluye en su obra Botánica Oculta, mencionando su empleo para quemaduras y los envenenamientos de la sangre. Ya en esta época la planta era común en jardines como decoración.

A partir de esta época el uso del aloe vera toma dos rumbos. En la cuenca mediterránea, Oriente Medio, India y el Nuevo Mundo, siguió utilizándose en múltiples aplicaciones, mientras en Europa se reduce el empleo en un simple purgante.
En el Nuevo Mundo, los españoles introdujeron nuevas formas de curación con utensilios como la jeringa y la incorporación de otras plantas medicinales como: la manzanilla, el romero y la sábila (aloe), entre otras. La climatología óptima para su cultivo y el trasiego de comerciantes por toda América Central y América del Sur hace que se consuma masivamente y se extienda por casi toda las Indias.
En la Edad Moderna la ciencia redescubre los beneficios del aloe vera; en los últimos 150 años, se han descrito científicamente las múltiples virtudes de esta planta y se han demostrado su eficacia en la cura de numerosas afecciones.
Tras los ataques nucleares de Hiroshima y Nagasaki, algunas víctimas fueron tratadas sus quemaduras con gel de aloe dando resultados extraordinarios, para la comunidad científica esta demostración fue un aval para que pusieran sus miras en nuevas vías de investigación.
En la actualidad el aloe vera no sólo se usa para cosméticos y paliar afecciones en la piel, se han extendido las investigaciones a la industria tecnológica, industria textil, industria del motor, aunque lo más importante es que continúan las investigaciones en el campo de la salud, con grandes avances en la lucha contra el cáncer o frenando la progresión del virus VIH.