Manuel Vallejo fue un cantaor genial que lo cantó todo bien: los estilos preponderantes en su época como fandangos o las bulerias; pero también otros cantes como las siguiriyas y las soleàs o los cantes de Levante, estilo donde se empleó con especial maestría en las malagueñas y en la media granaína. Asimismo excepcionales fueron sus actuaciones por Saetas en la semana santa de su Sevilla natal, sobre todo ante el Cristo del Gran Poder, en la Plaza de San Lorenzo , del que era fervoroso seguidor.