No salió de su pueblo hasta cumplidos los treinta años. Los primeros años de su carrera formó pareja con su hermano Pepe, prematuramente desaparecido. Fueron pioneros del cante por sevillanas al ser ellos los primeros en grabar discos en esta disciplina. De su producción de sevillanas, son famosas las denominadas bíblicas.
A la muerte de Pepe, Paco continuó su trayectoria artística en solitario, especializándose principalmente en fandangos de Huelva. Hasta entonces los aires de su tierra se mantenían en los límites del folclore territorial, pero Toronjo les dio un gran impulso y se convirtió en principal divulgador, que gracias en primer término a él pasaron a tener una proyección mucho más amplia. Puede decirse que es la personalidad más representativa del cante de Huelva, además de ser considerado por la gran mayoría de entendidos en cante flamenco como el que mejor los ha ejecutado en la historia. Falleció el 2 de julio de 1998.