Abrimos nuestras líneas para acoger las sinceras confesiones de nuestres auditories. Resguardando sus identidades, los participantes de Rojo pudieron liberar sus secretos más ocultos.
Además, una investigación de Félix y su máquina del tiempo, nos permitieron resolver dudas de los jóvenes de 1991... incluyendo los problemas de un tal Roberto que le dicen.
Quédense en casa.
Coditos bye!