Me desperté con dolor de cabeza,
resaca de glucosa,
fruto de media bandeja de pasteles
que me zampé anoche.
Dulce orgía patrocinada por mi vecina
a la que considero mi amiga y, anoche,
mi camella del polvo blanco.
El cuerpo me pedía re-conexión.
Decidí no tomar drogas,
comúnmente llamadas medicamientos,
para escuchar mejor lo que mi envoltorio me decía.
Dejé hablar al dolor mientras me tumbaba en el sofá.
-12 horas de reloj-
Cuando he mejorado,
he despertado.
Así me he curado.
PD. Abstenerse de leerlo si trabajas para Bayer ;)