Un día reluciente Pacha Mama decidió hacer turismo, despertar su pereza y activar su organismo.
–¿Qué haces Naturaleza se te ha ido la cabeza? –le exclamaba condescendiente el sol.
–¡Quiero ir a conocer mundo! –respondió rauda.
–¡Pero si el mundo eres tú insensata! ¡Es cómo si un pez quisiera ser patata!–continuaba Lorenzo ardiendo en prejuicios.
-Que no, que no, que he visto un crucero en un catálogo de viajes y juntando unas cuantas hojas tendré para un pasaje.
–A ver si se le quita la idea cuando vea como está la tierra de fea –pensaba el astro rey desde la comodidad de su trono.
Natura, que todo lo cura y todo lo observa desde la altura, seguía decidida a emprender su aventura. Así que, preparó la maleta aunque no sabía cual era su meta, y después de pensar qué llevaba, se planteó a quién.
–¿Aviso para que se venga conmigo a Primavera? No, que esa no se entera, empezará con todas sus dudas y además posiblemente esté con alergia. ¿Invito a Invierno? Es frío, distante, a la vez que elegante. ¡Uf! aunque entre que elige modelito y lo que tarda en empaquetar su ropa se me puede pasar una Era. ¿Y Verano? ¡si, siempre me llevé bien con Verano! Aunque con lo fiestero que es igual se nos va de las manos... ¡Cachis! Se me olvidaba el rollete que tiene con Primavera y yo paso de entrar en esas esferas. ¿Y... Otoño? Um, puede que me contagie su depresión, mejor no le doy ocasión. ¡Dale!, voy a viajar sola que además es lo que mola. Bien, no puedo olvidarme de escribir a los ríos... –se repetía mentalmente.
–¡Tremendo desvarío Natura!–gritaba el también conocido por Helios.
–Y llamar a los océanos ¡no les de por desbordarse al no verme!.
–¿Por qué no dejas las cosas como están?–recalcó, el llamado Inti por los aztecas, aportando gravedad a su voz.
–Que no, que no, que me cojo unas vacaciones en un todo incluido, ¡ya lo he decidido! Total, si nadie se va a enterar de que me he ido. Les doy oxígeno y se lo fuman, les doy agua y le meten azúcar, les doy alimento y lo enferman, les doy viento y lo acusan de locura... ¡Esta humanidad es una tortura! ¡Qué me voy! ¡Que se las arreglen solos!, que perforen su piel y no la mía, que exploten sus entrañas y que sigan con sus patrañas. ¿Sabes qué “astro rey”? Voy a empezar a cobrar por caminar sobre mi. Ese ha sido uno de mis fallos, darlo to-di-to regalado ¿Y de qué me ha servido? ¿acaso celebran mi generosidad? que va, en todo caso se quejan sin necesidad, ¿escucho alguna vez algún agradecimiento? por el contrario me llenan todita de cemento. ¿Y los que se empeñan en venderme?, ¿cuándo les he dado yo permiso pa´fabricar tanta casa y tanto piso? ¿Y a los que me ponen fronteras? ¡Que la tierra no pertenece a nadie y que no se enteran! Que esas líneas imaginarias que configuran los países son invenciones de absurdos seres grises. ¿Y las banderas? ¡Qué mal gusto y que disgusto! Qué manía con identificarse, agruparse, aglutinarse, en-ca-si-llar-se... ¿Es que no van a despertarse?. Bueno en lo que espabiláis me tomo unas vacaciones, así que olvidaros del oxígeno que respiráis del suelo sobre el que pisáis o del mar en el que nadáis... Que yo me voy y ahí “sus quedáis”.
Al terminar de escucharla el Sol se quedó helado.
Fdo: Gea
*Relato autoBIOgráfico ;)
