Un programa repleto de porquería y malos modos, un claro ejemplo del patrón que ningún periodista debe seguir en ningún espacio informativo. Orina innifuga, la ley del potro, minucuerpos, trabajar de cara al público, un tal Wisin, una casa en llamas y puñetazos desperdiciados, son algunos de los temas prescindibles que abarcamos.