Somos privilegiados y disfrutamos de talentos y recursos que nos han sido dados para ponerlos a disposición de los más necesitados. Eso lo olvidamos con frecuencia, pues no nos enteramos de las necesidades ajenas, y creemos que todo el mundo está bien. Hasta que un día el Universo, Dios, el Amor, nos toca el alma y escuchamos ese llamado para ofrecer generosamente nuestra ayuda y extender una mano, nuestra mano amiga, a aquellos que nos necesitan. Hoy, en este episodio de Momentos de Paz, conversamos con la fundadora de la Fundación Una Mano Amiga acerca de la ayuda que los niños de Agua de Dios necesitan, y lo que se está haciendo por ayudarlos; reflexionamos acerca de la importancia de encontrar un sentido a nuestra vida, a través de la bendición del dar y del servir sin esperar nada a cambio.