Donald Trump perdió la presidencia cuando Twitter canceló su cuenta. No hace falta esperar a la investidura de su sustituto. No es necesario el impeachment. El hombre más poderoso de la tierra no ha sido capaz de defender su posición en la red social a la que dedicaba sus madrugadas. Loser. Pero ahora Twitter se llena de perfiles con el rostro de Trump y las banderas de Estados Unidos, Israel, Brasil, países de Viejo Testamento y refugio de un movimiento que no se acaba con la malograda presidencia del millonario. Han borrado los tuits de Donald John, pero sus seguidores globales pueden proseguir con la obra en otras redes: el poder real ya no vive en la Casa Blanca.