Quien alcanza el SEGUNDO NACIMIENTO, ingresa al templo de los dos veces nacidos. Quien llega al segundo nacimiento debe renunciar al sexo para toda eternidad. El acto sexual está ABSOLUTAMENTE prohibido a los dos veces nacidos. Quien violare esta ley perderá sus cuerpos solares y caerá en el valle de la amargura.
Quien llega a ese nacimiento segundo del cual habló Jesús a Nicodemus, ingresa de hecho y por derecho propio al MAGIS REGNUM, REGNUM DEI.