Según Antonio Piñero, uno de los mayores expertos en el personaje de Jesús de Nazaret y el Nuevo Testamento en su aspecto histórico, catedrático emérito de filología griega de la Universidad Complutense de Madrid, que ha escrito más de 20 libros sobre el Israel del siglo I, Jesús era un artesano de la clase media-baja de Galilea, maestro de la ley, exorcista, sanador, proclamador de la venida del Reino de Dios, profeta y él mismo se proclamó Mesías. Fue un maestro de la ley fracasado porque no consiguió convencer de su mensaje a sus contemporáneos, ni en Galilea ni en Jerusalén.
No quería romper con el Judaísmo. Jesús era crítico con su sociedad. Pero no se desvía ni en lo religioso ni siquiera en lo político del pueblo judío, que aspiraba a que los romanos fueran derrotados. La idea de Jesús como un nuevo Moisés es algo que luego predican los evangelistas. El Reino de Dios que debe traer el Mesías es el final de la opresión romana. Jesús estaba convencido de que este Reino de Dios no iba a venir por manos humanas, sino por la intervención divina.
El actual Israel estaba llena de griegos. Es muy probable que Jesús aprendiera griego para expandir su negocio. En el Evangelio de San Juan, se insinúa dos ocasiones que Jesús sabía griego. Jesús se lanza a predicar de una forma autónoma después de la muerte de Juan El Bautista. La familia de Jesús pensó que estaba loco, el Evangelio de San Marcos en concreto lo describe como «fuera de sí» (en éxtasis). Los familiares no creían en Jesús, pero era algo natural porque tuvo que abandonar un negocio que era próspero. Hay historias teológicas que se han pegado posteriormente, sobre todo en relación a la infancia de Jesús, y que el estudio detallado de los Evangelios desprende datos de esta biografía oculta.
Jesús decía que era hijo de Dios. Esto en Israel es alguien que tiene un especial contacto con la divinidad. Por ejemplo, un profeta, un sumo sacerdote o un rey. Lo que sabemos de María Magdalena es muy poco. Hay son dos breves versículos del capítulo 8 del Evangelio de Lucas que dice: «Había muchas mujeres que desde Galilea seguía a Jesús y le ayudaban con sus dineros. Entre ellas estaba María Magdalena, de la que Jesús había expulsado siete demonios…». No sabemos si Jesús estaba casado pero durante su vida pública no lo estaba. Jesús en Jerusalén no era muy querido ya que expulsó a los mercaderes del Templo de Jerusalén.
Jesús era un personaje radical. No era blando. Y llamó la atención de los romanos que empezaron a preocuparse de la cantidad de personas que reunía. De Judas se dice que era el tesorero del grupo y que había robado anteriormente dinero, pero no se conocen muchos más datos previos a la traición. Judas es una figura mítica. La prueba de ello está en que la muerte de Judas está representada de forma contradictoria en los Evangelios: Mateo dice que fue por ahorcamiento y San Lucas escribe que se arrojó a un acantilado.
De Barrabás sabemos que su nombre significa «el hijo del padre». Puede ser desde un personaje de algún grupo zelotes o de los asesinos que iban eliminando romanos en secreto. Se ha especulado incluso que fuera uno de los discípulos de Jesús. Los zelotes fueron unos fanáticos. Jesús no tenía nada que ver con los zelotes. Aunque es cierto que no condena su violencia. Es una persona que dice «el que no tiene espada, venda su capa y compre una».
Sobre las teorías de que sobrevivió a la crucifixión los romanos sabían matar muy bien y no iban a dejarle escapar a nadie. Por lo tanto es dudoso que sobreviviera a la cruz. Se piensa que los ladrones que acompañaron a Jesús en la Cruz eran miembros de su grupo. San Lucas cambia la palabra bandoleros, la manera despectiva con la que los romanos llamaban a los secuaces de los movimientos antirromanos de la época, y la sustituye por malhechores, que tiene un significado vinculado a delincuentes comunes. Los apóstoles en torno a la cruz es una visión simbólica de San Juan es un mito. Para San Marcos todos estaban a distancia salvo las mujeres. En una sociedad semítica, las mujeres no representaban una amenaza y no tenían nada que temer.
El Cristianismo tardó en consolidarse como mínimo 400 años después de la muerte de Jesús y tiene muchos fundadores. Pablo de Tarso fue el primero que reinterpreta a Jesús. Los fundadores del cristianismo fueron sus discípulos. Uno de ellos probablemente fue el evangelista Marcos.