Postales de Renca 1
Recuerda haber subido a aprender a sus 15 años, cuando su Pueblo era distinto y varios vecinos se lucían tocando las llamadas a la novena
José Aldo Amaya de 61 años de edad, hace repicar las campanas con el orgullo de ser un renqueño más, que sube al campanario del Santuario Centenario para que se distinga en las noches de la tradicional Fiesta del Cristo de Renca.
Aprendió de un predecesor, Don Eliseo Lucero del que reconoce nunca pudo igualar su talento. Dos toques con la mano izquierda, uno con la derecha de manera secuencial y armónica pero algo más difícil agregaba su maestro ya que sin confundirse invertía la secuencia alternadamente cada dos toques.
De cada golpe sale un sonido único como este testimonio de José que bien podría citar a Fina;
Las Campanas de mi pueblo
¡no son como las demás!
son de la historia monumentos,
símbolo de la pureza celestial.
Para responder a lo Donne;
Nunca preguntes por quien doblan las campanas; doblan por ti!