El cero es como un huevo del que nacen todos los números y, sin embargo, fue el último en ser creado. La invención del cero fue un trabajo abstracto, complejo, maravilloso y loco. Tan loco como el cero del Tarot, una carta de marca en inicio y el final de una tradición mística, como el cero, el vacío, la inexistencia y la totalidad del cosmos. El cero, así como el cielo, parece vació pero en el se esconde el universo entero.