Uruguay cuenta con importantes fuentes de agua dulce, tanto superficial como subterránea. Sin embargo esa realidad viene cambiando. El paulatino deterioro de las fuentes de agua está vinculado al cambio del uso del suelo, donde es cada vez mayor la presencia de monocultivos de soja, maíz y eucaliptus. Estos cambios vienen siendo resistidos desde la década del 90 por las organizaciones de la sociedad civil y los sindicatos. Para conocer sobre ese proceso de resistencia a la mercantilización del agua y de la recolección de firmas para derogar la ley de riego, conversamos con Carlos Sosa, secretario de organización de la Federación de Funcionarios de Obras Sanitarias del Estado