Ramón Fuguet Acosta, escritor falconiano, en su libro “AQUEL MITARE DE MI NIÑEZ” , relata que los indios Caquetíos, degustaron una masa pastosa hecha a base de las vainas del cují y arcilla, que se conoce con el nombre de CUJI PILAO.
El habito de “chupar el Cuji pilao es revivir la geofagia, ”es degustar los sabores de la madre tierra, la arcilla se deshace como la azúcar, pero las más grande sensación es al chupar las vainas, ellas tienen un sabor azucarado, y las semillas que desprende la vaina no se tragan solo se chupan.
Comenta Ramón Fuguet Acosta que, el barro de una parte de Mitare es dulce y las vainas del cují son grandes y jugosas
La forma de preparar el Cují viene de generaciones, dónde solía echar arcilla en un pilón, al cual se introduce poco a poco agua y las vainas de cují y se pila como si se tratase de maíz.
La tradición geófaga sobrevive aun en la selva de cemento en la que se han convertido nuestros pueblos y ciudades, pero más allá de esa masa de barro y cují hay una historia de la cultura aborigen que debemos mantener viva.