Cualquiera podría pensar que vivir en Europa, sobre todo en Francia, podría hacer cambiar a un cubano, y si es pintor, influir en su creación de manera decisiva. Pues yo le diría que no. El pintor Wifredo Lam sólo pudo pintar sus famosos cuadros “La Silla” y “La Jungla” cuando se mudó para un barrio de La Habana. Un trabajo especial del periodista Carlos Garces, de Radio Progreso, la Onda de la Alegría, dedicado a la identidad y cubanía.