Pablo Laguna es un sacerdote que pasó sus años de infancia y juventud en Puente Genil, pueblo del que dice guardar muy gratos recuerdos y al que regresa de forma periódica siempre que sus obligaciones se lo permiten. Tras su ordenamiento como religioso, en el año 1966 fue destinado a Argentina y después a otros destinos como Perú o Miami. A sus 84 años se ha vuelto dejar ver por Puente Genil para encontrarse con viejos amigos, como Ángel Delgado que firma esta nueva entrevista para la sección "Diálogos Pontanos".