¿Por qué las divisiones en la iglesia no son un detalle menor? Porque atentan directamente contra uno de los propósitos fundamentales de la Iglesia; la comunión de los creyentes.
Jesús oró por sus discípulos:
"Para que todos sean uno; como tú, oh, Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste".