Salomón fue el tercer rey de Israel, elegido sucesor de su padre David en 1.011 a.c. Reinó entre 978 y 931 a.c y su mandato se caracterizó por el mantenimiento de la paz interior y exterior.
Su figura ha estado muy ligada al gran tesoro conocido en el mundo de la fantasía como la «Mesa de Salomón», En este espejo, cuenta la leyenda, fue donde el rey plasmó todo su conocimiento esencial del universo, la fórmula de la Creación, en un esquema geométrico que a su vez contenía la formulación de la palabra fundamental, del nombre verdadero de Dios, el Shem Shemaforash. Tras permanecer escondido dicho tesoro, una parte, cayó, en manos de los romanos. Las legiones de Tito tomaron Jerusalén y destruyeron el Templo y se hicieron con la «Tabla de Salomón», para esconderse en España. El tesoro nuevamente se mueve y presuntamente se instala en Toledo. Muchos creen que permanecerá escondida durante siglos en las Cuevas de Hércules.