Generalmente cuidamos de los otros, atendemos a lo que sienten, a lo que hacen e incluso cómo lo hacen. Darse el mismo cuidado, tiempo y consideración es algo que generalmente no se da porque entra dentro de un marco egoísta. Cuántas veces aconsejamos a otra personas: cuídate, descansa, duerme, sal y diviértete…relájate.
Cuántas excusas nos damos para no recibir, cuántos pretextos nos creemos para no seguir nuestra intuición, cuántas justificaciones paar no merecer nuestro tiempo.
La propuesta es muy sencilla aunque tú decides si es fácil o no. Considérate esa persona a la que aprecias, eres ese alguien muy querido para ti. Alguien a quien respetas y que ha pedido tu ayuda.