Si pensamos en esto por un minuto nos daremos cuenta de que las mejores decisiones, implican precisamente tener que soltar algo.
Puede que sea un miedo, una angustia, un poner distancia de un lugar o incluso de una persona.
Renunciar es parte del proceso de la vida. Es algo natural, porque todos estamos obligados a elegir en qué y en quién invertir nuestro tiempo y esfuerzo.