La meditación es un arte, que para conseguir toda su potencia, se tiene que convertir en un hábito, que incorpores en tu rutina diaria. Como un ritual. Empezar el día meditando, es la mejor forma de empezar el día. Y la mejor manera de finalizar el día, es meditando unos minutos, para desconectar y para estar en silencio.
Hoy vamos a experimentar como la calma, es un estado que se puede ir transmitiendo a diferentes niveles de tu persona. Una vez conectas con el sentimiento y la experiencia de calma, puedes empezar este proceso de expandir la calma. Cuando estás lleno de calma, incluso las demás personas con las que te encuentras, pueden percibir y sentir tu calma. Y la buena noticia, es que la calma, es contagiosa.