Último mensaje de los que he compartido en esta visita a El Amanecer, en marzo 2022.
El Monte Guerizín o Monte Garizín es uno de los dos montes colindantes con la ciudad cisjordana de Nablus (bíblica Siquén), en Palestina, que delimita por el sur el valle en que se sitúa esta ciudad, mientras que por el norte lo hace el Monte Ebal. Es una de las mayores elevaciones de Cisjordania, ya que alcanza los 868 metros de altura sobre el nivel del mar (69.5 metros por debajo del Monte Ebal). Tiene un especial escarpe en su cara que da al norte; está escasamente cubierto de vegetación en su cima, en donde hay un poblado samaritano (Kiryat Luza) y un asentamiento israelí llamado Har Brajá (La Montaña de la Bendición). En sus faldas hay una fuente que representa una provisión continua de agua viva para Nablus.
Gerizim (heb. Geri55îm, tal vez “cortadores” o “yerno”). Uno de los montes más altos de la Palestina central, con una altura de 881 m s.n.m. Está al sur del monte Ebal, del que está separado por un angosto valle. En la salida oriental de este valle estaba la importante ciudad de Siquem. El monte Gerizim se llama ahora Jebel et-Tor, y está parcialmente sin vegetación. Los montes Gerizim y Ebal no tenían árboles hasta la década de 1920, en la que el gobierno de mandato británico los plantó en la falda norte del monte Gerizim (que ahora se lo ve fértil, en contraste con el monte Ebal). Moisés ordenó que después que los israelitas cruzaran el Jordán fueran a Ebal y Gerizim, y que 6 de las tribus (Simeón, Leví, Judá, José, Isacar y Benjamín) estuvieron de pie sobre las laderas del monte Gerizim y pronunciaran las bendiciones sobre quienes guardaran la ley de Dios (Deu 11:29; 27:12, 13)). Los israelitas cumplieron esta orden poco después que invadieran Canaán (Jos 8:33-35). Mapa II, B-3. Se lo conoce como el monte santo de los samaritanos, quienes construyeron allí un templo después del retorno de los judíos del exilio. Josefo afirma que ese templo fue edificado en tiempos de Alejandro Magno por Sanbalat para su yerno Manasés, que había sido expulsado del sacerdocio por su hermano Jadúa, sumo sacerdote de Jerusalén. Tal vez Josefo confundió el tiempo con respecto de los 2 hombres que vivieron en tiempos de Nehemías (4:7; 12:22) al considerarlos contemporáneos de Alejandro Magno (que existió 100 años más tarde), o debemos suponer que hay coincidencia de nombres y cargos. Juan Hircano destruyó ese templo en el 128 a.C., pero los samaritanos siguieron usando el monte como su lugar de sacrificios (hasta hoy). Esta adoración fue mencionada por la mujer samaritana en su conversación con Jesús junto al pozo de Jacob (Joh 4:20, 21; figs 446,473). Las excavaciones realizadas en 1928 por Schneider en el lugar tradicional del templo samaritano, en la cumbre más alta del monte, no proporcionaron restos antiguos anteriores a la iglesia cristiana octogonal construida por el emperador Zenón (en el 485 d.C.) y las fortificaciones alrededor de él levantadas en el s VI d.C. por Justiniano. Sin embargo, la expedición norteamericana a Siquem descubrió los restos de una gran plataforma de piedras sin labrar, que data del período helenístico, en Tell er-Râs, la cumbre más norteña del monte Gerizim, durante las excavaciones dirigidas por Bull desde 1964 hasta 1968. Esta estructura se puede considerar como la plataforma de base del templo samaritano. Sobre ella había 490 restos de un templo romano, dedicado a Zeus Hypsistos. Edificado por el emperador Adreano en el siglo II d.C. De acuerdo con las fuentes antiguas, un juego de puertas de bronce, que se dice fueron tomadas del templo de Jerusalén, se volvieron a usar en esta estructura romana. Una escalinata de más de 1500 escalones de mármol conducían del valle al templo. Este, junto con las escalinata, aparece en monedas de la época. 237. El poblado de Askar (posiblemente la antigua Sicar) y el monte Gerizim. Bib.: A. M. Schneider. ZDPV 68 (1951):211-234: R.J. BULL, BA 31 (1968):58-72; 38 (1975):54-59; W. Schmidt, ZDPV 78 [1962]:89.90; FJ-AJ xi.8.2.4.7.
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico
Una montaña de Samaria, Jebel et-Tor, de 890 m de altura, al sudoeste del monte Ebal. Moisés mandó que cuando los israelitas llegaran a la tierra prometida, pronunciaran la bendición por guardar la ley desde el monte Gerizim y la maldición por no obedecerla desde el monte Ebal (Deu 11:29; Deu 27:4-26), con seis tribus en las laderas de cada pico (Deu 27:11-14).
Jotam gritó su parábola de los árboles a los hombres de Siquem desde la cumbre del monte Gerizim (Jdg 9:7-21). Después de que los israelitas que volvieron del exilio babilónico se negaron a permitir que las razas mixtas de Samaria ayudaran a reconstruir a Jerusalén (Ezr 4:1-4; Neh 2:19-20; Neh 13:28), los samaritanos construyeron un templo en el monte Gerizim (Joh 4:20-21); adoraron en el campo abierto después de que su templo fuera destruido por los macabeos. La tradición samaritana mantiene que Abraham trató de sacrificar a Isaac en esta montaña (Gen 22:1, Gen 22:19), que se encontró con Melquisedec en la cercana Salem (Gen 14:17-20) y que el sueño de Jacob (Gen 28:10-17) ocurrió en Khirbet Lanzah en el monte Gerizim.
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano
Montaña de Samaria donde edificaron un templo para adorar. Jua 4:20-21, Deu 11:29, Deu 27:12.
Diccionario Bíblico Cristiano
Dr. J. Dominguez
http://biblia.com/diccionario/
Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano
Cerca de la ciudad de Siquem había dos montes, llamados uno †¢Ebal y otro G. Moisés ordenó que al pasar el Jordán los israelitas debían escribir las palabras de la ley sobre unas piedras cubiertas de cal. Luego el pueblo se repartiría: seis tribus sobre el monte G. †œpara bendecir al pueblo† y seis sobre el monte Ebal †œpara pronunciar la maldición†, cosas que seguiría a la lectura de la ley (Deu 27:1-13). La comparación entre ambos montes ha hecho que algunas personas noten que el G. (el de la bendición) está lleno de vegetación, mientras que el Ebal (el de la maldición) es casi completamente árido y sin ella. Después del exilio los samaritanos construyeron allí un templo. Josefo dice que fue en tiempos de Alejandro Magno, pero otros piensan que fue en la época de Nehemías. El Señor Jesús †œvino … a una ciudad de Samaria llamada Sicar†, que es la antigua †¢Siquem, donde tuvo un famoso encuentro con una mujer en el pozo de Jacob. Ella dijo: †œNuestros padres adoraron en este monte†, refiriéndose al monte G., pero recibió la respuesta de que †œlos verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad† (Jua 4:5-42).
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
tip, MONT
ver, EBAL
sit, a2, 321, 193
vet, (y EBAL) Montañas que forman el flanco sur del valle donde floreció la antigua Siquem, hoy Nablús. El monte Gerizim se eleva a 868 m. sobre el nivel del mar. Cuando los israelitas conquistaron la Palestina central, Josué llevó al pueblo a ese lugar, y repartiendo la mitad de las tribus en Gerizim y la otra mitad en Ebal, hizo que repitieran las bendiciones y las maldiciones de la ley (Dt. 11:29; 27:12, 13). En ese mismo lugar, Jotam, hijo de Gedeón, habló por parábolas al pueblo de Siquem (Jue. 9:7). Los samaritanos construyeron un templo de Gerizim, constituyéndolo en monte sagrado. Se refirió a él la mujer samaritana en su conversación con Jesús (Jn. 4:20-21). La pequeña comunidad samaritana que aún existe celebra allí la fiesta de la Pascua con inmolación del cordero según el antiguo ritual. La ortografía del nombre de esta montaña no es igual en las versiones castellanas; la Reina-Valera escribe Gerizim; otras, Garicim, Garizim, Guerizim.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
La más meridional de las dos montañas que dominan la actual población de Nablús, 4 km al NO de la antigua Siquem, llamada Yébel et-Tor en árabe. Se la ha llamado monte de la bendición, porque allí se pronunciaron las bendiciones que resultarían de la obediencia, en la solemne asamblea de Israel descrita en Jos. 8.30–35 (* EBAL, MONTE).
Una saliente cerca de la cima se denomina popularmente “púlpito de Jotam”, porque desde allí se dirigió a los hombres de Siquem en cierta oportunidad (Jue. 9.7). En la cumbre se encuentran las ruinas de una iglesia cristiana del ss. V. Anteriormente había existido allí un templo a Júpiter, al que se accedía por una escalinata de 300 peldaños, tal como se ve en antiguas monedas encontradas en Nablús.
Gerizim sigue siendo el monte sagrado de los samaritanos; porque en dicho monte (Jn. 4.20) han adorado por generaciones incontables, ascendiéndolo para guardar las fiestas de la pascua, Pentecostés, y tabernáculos. Según la tradición samaritana, Gerizim es el monte Moriah (Gn. 22.2), y el lugar que Dios eligió para poner su nombre (Dt. 12.5). Consecuentemente fue allí donde se construyó el templo de los samaritanos, con autorización persa, en el ss. IV a.C., templo que fue demolido por Juan Hircano cuando capturó Siquem y la zona circunvecina ca.128 a.C. Véase además E. Robertson, The Old Testament Problem, 1950, pp.157–171; G. E. Wright, Shechem, 1965, pp. 170–184.
BIBLIOGRAFÍA. G. E. Wright, Arqueología bíblica, 1975, pp. 342–344; G. A. Smith, °GHTS, 1960, pp.191–195.
G.T.M., F.F.B.
Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico
La vista desde la cumbre del Ebal es espléndida. De ahí uno puede ver las aguas azules del mar Mediterráneo, el monte Carmelo, Gilboa, el Hermón Pequeño y el Tabor, el valle de Sarón y Esdraelón, las tierras altas de Galilea con Nazaret arriba de la llanura y hacia el Líbano, y Hermón. También se puede ver el monte Galaad, el monte de Bazán, y la pared oriental del valle del Jordán, la tierra de Moab y las alturas alrededor de Jerusalén.
Estos dos montes o montañas se hicieron famosos por ser escogidos como el escenario donde Israel renovaría en Canaán su pacto con Dios. Moisés había mencionado este lugar, y declaró que Gerizim sería el monte de bendición y Ebal el monte de maldición (Deuteronomio 11:29-30; 27:11-26). En armonía con estas instrucciones Josué situó la mitad de las tribus sobre Ebal, y la otra mitad sobre Gerizim y el arca con los sacerdotes y levitas en el centro. De Gerizim proclamaron la bendición de Dios, y de Ebal las maldiciones que les sobrevendrían si desobedecían a Dios. También desde este monte pronunció su parábola (o fábula) a los varones de Siquem (Jueces 9:7-21).
Fuente: Diccionario Geográfico de la Biblia
EBAL, MONTE
Montaña que en la actualidad se identifica con Jebel Eslamiyeh (Har `Eval), situada en el distrito de Samaria. Se halla frente al monte Guerizim, del que le separa un hermoso y estrecho valle, el valle de Siquem (valle de Nablus), en el que se encuentra protegida la ciudad de Nablus, cerca de la antigua Siquem. Tan solo hay vegetación, como viñas y olivos, en las laderas más bajas, mientras que las partes más altas son bastante yermas y rocosas. Al igual que otras montañas de Samaria, Ebal tiene un núcleo de caliza con una capa exterior de creta. Está al NE. del monte Guerizim y se eleva a más de 900 m. por encima del nivel del Mediterráneo. Los montes Guerizim y Ebal se hallan al O. del río Jordán. (Dt 11:29, 30.)
Mirando hacia el N. desde la cima del Ebal, se puede ver la mayor parte de Galilea y también el monte Hermón. Hacia el S. se divisa la región montañosa de Jerusalén y hacia el O., la llanura de Sarón y el mar Mediterráneo. Levantando la vista hacia el E. se puede ver hasta Haurán, al otro lado del Jordán. En cierta ocasión Abrán (Abrahán) acampó en el valle que se encuentra entre estas dos montañas, cerca de los árboles grandes de Moré. (Gé 12:6.)
Moisés les dijo a los israelitas que cuando Jehová los introdujera en la tierra que iban a poseer, tendrían †œque dar la bendición sobre el monte Guerizim y la invocación de mal sobre el monte Ebal†. (Dt 11:29, 30.) También dijo que seleccionaran grandes piedras no labradas, las blanquearan con cal y las erigieran en el monte Ebal. Además, tenían que edificar un altar sobre el que presentar sacrificios a Jehová. Moisés también dijo: †œTienes que escribir sobre las piedras todas las palabras de esta ley, haciéndolas bien claras†. (Dt 27:1-8.)
Cuando Israel cruzó el Jordán, las tribus de Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí se pusieron †œde pie para la invocación de mal en el monte Ebal†, y las demás tribus lo hicieron †œpara bendecir al pueblo en el monte Guerizim†. Acto seguido, se enumeraron las bendiciones que recibirían los que obedecieran la ley de Dios, así como las maldiciones que les sobrevendrían a los que la quebrantaran. (Dt 27:12-14.) Cuando se pronunciaron las maldiciones por la desobediencia, todo el pueblo tuvo que decir †œÂ¡Amén!†, es decir, †œÂ¡Así sea!†, para mostrar que estaba de acuerdo con el hecho de que los practicantes de iniquidad merecían ser condenados. (Dt 27:15-26.)
Después de la victoria de Israel en Hai, Josué cumplió las instrucciones de Moisés y edificó un altar a Jehová en el monte Ebal. Escribió sobre piedras (quizás las del mismo altar, aunque no necesariamente) †œuna copia de la ley de Moisés que él había escrito delante de los hijos de Israel†. Más tarde, enfrente de la congregación de Israel (con sus residentes forasteros) reunida como Moisés había mandado, Josué †œleyó en voz alta todas las palabras de la ley, la bendición y la invocación de mal, conforme a todo lo que está escrito en el libro de la ley†. La mitad de la congregación estaba de pie frente al monte Ebal y la otra mitad frente al monte Guerizim, y el arca del pacto y los levitas se encontraban entre los dos grupos. (Jos 8:30-35.) Las laderas del monte Ebal y del monte Guerizim proveyeron una acústica excelente para la ocasión. Es digno de mención que todos estos sucesos tuvieron lugar en las proximidades del centro geográfico de la Tierra de Promisión, cerca de donde Jehová había prometido esta tierra a Abrán (Abrahán), el antepasado de Israel. (Gé 12:6, 7.)
Según la tradición judía, los levitas que estuvieron de pie entre los montes Ebal y Guerizim miraban hacia el monte Guerizim al pronunciar una de las bendiciones, a la que el pueblo congregado contestaba †œÂ¡Amén!†. Luego se dice que se volvían hacia el monte Ebal para pronunciar una de las maldiciones, a la que los reunidos en aquel lado decían †œÂ¡Amén!†. No obstante, las Escrituras no detallan el procedimiento exacto seguido en aquella notable ocasión.
En Deuteronomio 27:4, el Pentateuco samaritano dice que las piedras debían erigirse en el monte †œGuerizim†. Sin embargo, según el texto masorético, la Vulgata latina, la Peshitta siriaca y la Septuaginta griega, la lectura es †œEbal†. Josué 8:30-32 indica que fue en el monte Ebal donde Josué erigió las piedras en las que se escribió †œuna copia de la ley de Moisés†. (Véase GUERIZIM, MONTE.)
[Fotografía en la página 726]
Vista desde el monte Guerizim mirando hacia el monte Ebal
Fuente: Diccionario de la Biblia
La más alta, y la que está situada más al N, de dos montañas que dominan Siquem, la Nablús actual. Se encuentra al N del valle de Siquem, 427 m por encima del valle, y 938 m sobre el nivel del mar. El espacio entre Ebal y su vecina Gerizim, al S del valle, proporciona un anfiteatro natural con maravillosas propiedades acústicas. Al término de su discurso en Dt. 5–11 Moisés señala los dos montes en el horizonte occidental más allá de Gilgal y More (Siquem), y anuncia que cuando hayan entrado en la tierra prometida Gerizim recibirá una bendición y Ebal una maldición.
Después de las leyes de Dt. 12–26 el relato continúa, y Moisés les da instrucciones detalladas. Primero, debían erigir grandes piedras en el mte. Ebal, cubiertas de cemento, y en ellas debía inscribirse la ley. La práctica de escribir sobre la superficie de piedras recubiertas, conocida anteriormente en Egipto, está comprobada ahora en Palestina también, en las inscripciones sobre paredes del ss. VIII a.C. en Tell Deir Alla (J. Hoftijzer, BA 39, 1976, pp. 11; para la fecha, cf. pp. 87). Luego debía erigirse un altar de piedras sin labrar, sobre el que debían ofrecer sacrificios (Dt. 27.1–8). El Pentateuco samaritano (* TEXTOS Y VERSIONES, 1. V) tiene “Gerizim” en lugar de “Ebal” en vv. 4; la variante textual parece estar relacionada de algún modo con la existencia de un templo samaritano en el mte. Gerizim, pero no hay seguridad sobre cuál lectura es la más ajustada al original. Otra posibilidad es que la lectura samaritana se deba a la intranquilidad que se sintió en un período posterior por el hecho de que se ofrecieran sacrificios (vv. 6–7) en el “monte de la maldición” (cf. 11.29).
En un discurso posterior (Dt. 27.9–28.68) Moisés dispuso que seis tribus se parasen sobre el Gerizim para pronunciar una bendición sobre la obediencia, y que seis se parasen sobre el Ebal y echaran maldiciones sobre la desobediencia (27.9–13). A continuación de esto los levitas habían de pronunciar maldiciones sobre las tribus por pecados contra Dios o el hombre, muchos de los cuales podían hacerse en secreto (27.15–26). Al responder con un “amén” el pueblo condenaba tales prácticas abiertamente. Después de las victorias obtenidas en el centro de Palestina, Josué reunió al pueblo en Siquem, donde se cumplieron debidamente dichas ceremonias (Jos. 8.30–35).
Los rituales descritos se han considerado como prueba de que Deuteronomio es un documento en forma de tratado (M. G. Kline, The Treatry of the Great King, 1963, cap(s). 2, esp. pp. 33–34) de la suposición de que en los primeros tiempos hubo una fiesta periódica para renovar el pacto en Siquem (G. von Rad, The Problem of the Hexateuch and Other Essays, trad. ing. 1966, pp. 37–38). Cualquiera sea el mérito de estas teorías específicas, Dt. 27 ciertamente contiene material temprano de gran importancia para la historia primitiva de la religión israelita.
BIBLIOGRAFÍA. °G. Adam Smith, °GHTS; M. Noth, El mundo del Antiguo Testamento, 1976.
G. Adam Smith, The Historical Geography of the Holy Land25, 1931, cap(s). 6 (“The View from Mt Ebal”) ; R. J. Coggins, Samaritans and Jews, 1975, pp. 73, 155.
G.T.M., G.I.D.
Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico