Audio de la obra de teatro "Ifigenia" de Eurípidesemitida por TVE en su programa "Estudio 1".
Intérpretes
Mari Carrillo, Luis Prendes, Francisco Morán, Vicente Soler, Ana María Vidal, Manuel Peiro, Maite Brik, Rogelio Madrid, Carlos Ibarzábal y Julio Sanchidrián.
Sinopsis
Ifigenia es hija del rey Agamenón y la reina Clitemnestra, y hermana de Electra, Crisótemis y Orestes, que vengará a su padre después de la guerra de Troya.
Agamenón cuenta a un esclavo anciano el origen de la expedición de los aqueos a Troya a causa del juramento de los pretendientes de Helena y el posterior rapto de ésta por un príncipe troyano: Paris. Se reunió un ejército en el puerto de Áulide, con la intención de embarcar para la guerra contra Troya. Pero faltan vientos favorables a la partida de la flota.
El adivino Calcas dijo que sólo habrá vientos favorables si la hija menor de Agamenón, Ifigenia, es sacrificada en honor de Artemisa.
Elegido comandante en jefe del ejército por ser hermano del esposo de Helena, Menelao, y acuciado por él, Agamenón envió mensajeros a buscar a su hija para llevarla a Áulide con el pretexto de casarla con Aquiles.
Arrepentido de su decisión, Agamenón envía a su esposa, Clitemnestra, un mensaje de rectificación mediante el mismo esclavo anciano, que parte a cumplir con su misión y se detiene a admirar y hacer un recuento de las fuerzas de la expedición y de sus principales jefes.1
Menelao intercepta al anciano y le quita la carta, se encara con su hermano, le reprocha que haya faltado a la promesa de traer a su hija y le dice que no es propio de alguien que pretende ser el jefe de todos los aqueos, porque de esa manera permitirá que el príncipe troyano se salga con la suya.
Agamenón responde que no ha de pagar el precio de sacrificar a su hija, porque la culpa del rapto de Helena es del propio Menelao por no vigilarla.
Llega un mensajero trayendo a Ifigenia, a Clitemnestra y al pequeño Orestes, otro hijo de ella y Agamenón, que se lamenta hondamente de su destino, y su hermano se compadece de Ifigenia y de él, y le ruega que no lleve a cabo el sacrificio. Pero Agamenón dice que va a estar obligado a ello porque el ejército se enterará de las palabras de Calcas por él mismo o por Odiseo.
Ifigenia y Clitemnestra se reúnen con Agamenón, felices por lo que creen que va a ser una boda, aunque la madre se enfada por la insistencia del padre en que no esté presente ella cuando se entregue en matrimonio a la hija.
Llega Aquiles ante la tienda de Agamenón, y sale a su encuentro Clitemnestra, que se le presenta como la madre de su futura esposa. Aquiles, que nada sabía del asunto, se asombra y le responde que él no tiene noticias de boda. El anciano esclavo les revela el verdadero propósito de la venida de Ifigenia. Aquiles, ofendido porque se hayan aprovechado de su nombre sin hacérselo saber, se compromete a evitar el sacrificio.
La propia Ifigenia se entera de la verdad, y Clitemnestra increpa a Agamenón y trata de hacerle recapacitar, mientras Ifigenia suplica abrazada a las rodillas de su padre. Agamenón responde que si se niega a permitir el sacrificio no solo morirá ella sino que el resto del ejército matará a toda su familia. A continuación, se marcha sin permitir réplica a sus palabras.
Aquiles acude al encuentro de Ifigenia y Clitemnestra y les explica que él mismo ha estado a punto de ser lapidado por el resto del ejército por oponerse al sacrificio, pero que aún está dispuesto a impedirlo. Entonces, Ifigenia se resigna a morir para evitar desgracias a Aquiles y porque comprende que es necesario para que los aqueos puedan castigar el rapto de Helena. Asimismo, pide a su madre que no guarde rencor a su padre.
Más tarde, un mensajero cuenta a Clitemnestra lo que ha ocurrido al ir a hacer el sacrificio: al ofrecerse la muchacha al oficiante, alguna deidad la ha hecho desaparecer y la ha trocado por una cierva degollada.