La palabra de justicia no es otra que el evangelio; en el cual «la justicia de Dios se descubre de fe en fe»; como leemos en: Romanos 1:17 «Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.»
A esta justicia de Dios así mismo se le llama «el ministerio de justicia» como también dice: 2Corintios 3:9 «Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación.» que incluye la doctrina de la justificación.
La doctrina de la justificación es la que enseñan los apóstoles en sus epístolas; principalmente el apóstol Pablo. Nadie podía sentirse más justificado que Pablo que cuando aún era Saulo de Tarso, era un perseguidor de los seguidores de Cristo.