Cuán importante es guardar silencio ante aquellas cosas que parecen no tener razón de ser, que no se pueden entender con el entendimiento humano. En esos casos lo importante no son solo las palabras sino la actitud de confianza y seguridad que debemos mostrar no solamente a nuestra alma sino a la multitud de testigos en el ámbito espiritual que puedan estar esperando ver y oír nuestra reacción.
David expresó sus sentimientos a Dios y luego reafirmó su fe diciendo: Salmo 62:2 «El solamente es mi roca y mi salvación; Es mi refugio, no resbalaré mucho.»