Algo de lo que deben ser consciente cada cristiano alrededor del mundo es que con Cristo ha sido hecho por el Padre en ministro de la reconciliación.
El acusador ya fue lanzado del cielo, apartado de la presencia del Señor. Y ahora lo que el Padre espera es que usted se acerque como ministro de reconciliación; no a quejarse, ni a lamentarse de las obras de hombres malvados que siguen siendo instrumento de satanás y de sus cohortes espirituales de maldad; sino como quien es, como aquel al que el mismo Padre por la fe puesta en su Hijo Jesucristo lo ha investido de poder de lo Alto ¡Gloria a Dios!