¡Oh, Gran María, Virgen inmaculada, justicia de los sinceros, hija bondadosa y humilde del padre todopoderoso, madre gloriosa del hijo, esposa adorada del espíritu santo!
Te adoramos y ponemos a tu merced todo de NUESTRO país Venezuela para que sea bendecido por ti; María, mujer amable e indulgente, vamos ante ti e imploramos tu presencia en estos momentos de tanta dificultad para nuestra nación y te suplicamos, te imploramos por tus favores. Madre gloriosa,
madre bendita e inigualable, gran pañuelo de lágrimas de aquellos que lloran, justiciera divina de los que pecan, asistencia del sempiterno Dios consecutivamente, apiádate de todos los que con sinceridad amamos y hemos amado;
Hoy nos presentamos ante ti como nación, como país como pueblo porque sabemos que eres la majestuosa intervención divina, para implorarte, pedirte, rogarte por esta complicada petición, por esta inalcanzable circunstancia que tanta angustia nos provoca y que a veces nos parece imposible de realizar por mí voluntad propia:
(TE PEDIMOS FERVOROSAMENTE POR LA PAZ DE NUESTRO PAÍS, POR EL CESE DE LA INJUSTICIA, PARA QUE VENGA SOBRE NOSOTROS LA ABUNDANCIA, EL PROGRESO, LA SEGURIDAD, LA SALUD, EL BIENESTAR DE TODA LA NACIÓN). sé, nos agotan las opciones y sabemos que no está en nuestro alcance el conseguirlo por nuestros medios, pero sé que en tu mano está el poder y la luz con la que puedes iluminarnos y concedérnosla, ¡Virgen santísima, reina y señora de los ángeles celestiales, cónyuge del espíritu santo, ten siempre presente de que eres nuestra madre!, tú, que nos brindas la oportunidad de comunicarnos con tu hijo, que nos otorgas la oportunidad de hablar con Dios, te suplicamos que documentes nuestras peticiones para que sean atendidas con urgencia y eficacia. Amada María, dulce madre nuestra, libéranos de nuestros adversarios que corroen nuestra patria y la maldad que está en mi acecho, eternamente estaré agradecido y a ti serán nuestros sentimientos de devoción y fidelidad.
Maria, bendita señora, ruega por todos los que a ti pedimos a tu Santísimo hijo, nuestro mentor, Señor y Salvador.
AMÉN Y AMÉN.