Oh Virgen de la Medalla Milagrosa, tierna Madre del Señor, hoy toda Venezuela acude ante ti con todo nuestro fervor, escucha de tus hijos dolidos, su más sentido clamor
y dirige hacia nosotros la mirada de tus amorosos ojos, no nos dejes sin tu auxilio en las desolaciones y llantos ilumínanos en las penas y tristezas con tu amor, danos esperanza y alivio cuando nos invada la aflicción.
Tú que tantos milagros derramas a los que van a ti con devoción haz en nuestras vidas un milagro y danos solución para esta gravísima circunstancia que nos duele y rompe el corazón:
(TE PEDIMOS FERVOROSAMENTE POR LA PAZ DE NUESTRO PAÍS, POR EL CESE DE LA INJUSTICIA, PARA QUE VENGA SOBRE NOSOTROS LA ABUNDANCIA, EL PROGRESO, LA SEGURIDAD, LA SALUD, EL BIENESTAR DE TODA LA NACIÓN).
Señora Nuestra de los Milagros,
extiende sobre nosotros el manto de tu protección libéranos de enemigos y peligros que nos asechan y así como en la primera lectura del día de hoy, DIOS NUESTRO SENOR, juzgó a reyes por su proceder, juzgue con justicia, la forma en que nuestros líderes de toda índole, directores y encargados de servir a la nación, han procedido y actuado.
Te has rebelado contra el Señor del cielo, has hecho traer los vasos de su templo, para brindar con ellos en compañía de tus nobles, tus mujeres y concubinas. Habéis alabado a dioses de oro y plata, de bronce y hierro, de piedra y madera, que ni ven, ni oyen, ni entienden; mientras que al Dios dueño de vuestra vida y vuestras empresas no lo has honrado. Por eso Dios ha enviado esa mano para escribir ese texto. Lo que está escrito es: "Contado, Pesado, Dividido." La interpretación es ésta: "Contado": Dios ha contado los días de tu reinado y les ha señalado el límite; "Pesado": te ha pesado en la balanza y te falta peso; "Dividido": tu reino se ha dividido y se lo entregan a medos y persas.>”
Permite amorosa señora, que la justicia divina expresada en ésta lectura, sea presagio de lo que ha de venir para nuestro amado país.
Amén y amén