Capítulo Diez
El pergamino número Tres
Persistiré hasta alcanzar el éxito.
En el Oriente los toros jóvenes son puestos a prueba, en cierta forma para la corrida en la plaza.
Estos toro, son traídos a la plaza y se les deja atacar al picador, que los pica con una lanza. La bravura de cada toro se calcula entonces con cuidado, según las veces que demostró disposición de embestir a pesar de la picadura de la lanza. De aquí en adelante reconoceré que todos los días la vida me pone a prueba en igual forma. Si persisto, si sigo probando, si continúo embistiendo alcanzaré el éxito.