En cierta ocasión, un amigo me contó su historia de desamor, me dejó descorazonado de la pena y el dolor que le embargaban, triste lo deje con sus penas y poco más tarde me puse a escribirle este pequeño poema, semana más tarde lo vi y le leí el poema. Se emociono y me dio una alegría, pues poco a poco se estaba recuperando de su perdida.