Es natural sentir ansiedad, estrés, miedo o tristeza cuando nos enfrentamos a un cambio repentino que nos obliga a quedarnos en casa de la noche a la mañana. La necesidad de readaptarnos a todo, cuidar a los niños, hacer home office o buscar una nueva manera de ganar dinero nos sacó a todos de una estabilidad emocional y física que ya teníamos, pero cuando esta emoción nos supera y nos cuesta trabajo regresar al equilibro, no tenemos ganas de hacer nada, no podemos dormir y nos dan ganas de pasarla comiendo. Por eso en este capítulo invitamos a la psicóloga Teresa Muñoz, quien nos compartirá herramientas para manejar esta etapa que nos está tocando vivir.