Bienvenidas y bienvenidos a Acercándonos a Escuchar, un espacio donde la música se convierte en un puente que une culturas, épocas y emociones.
Cada episodio es una invitación a emprender un viaje sonoro por universos poco transitados: obras de compositoras y compositores que, aunque muchas veces desconocidas para el gran público, nos invitan a escuchar el mundo con otros oídos.
En el episodio de hoy viajaremos al norte de Europa, hacia los paisajes sonoros de Noruega, donde la naturaleza, la tradición y la innovación se entrelazan en una música profundamente identitaria.
Muchos compositores noruegos de entreguerras intentaron crear una nueva música nacional combinando elementos del folclore auténtico con nuevas técnicas.
Eivind Groven, quien nació un 8 de octubre de 1901, fue considerado uno de los compositores más innovadores en esta búsqueda. Integró la estructura de las danzas folclóricas —legado de su formación en la ruralidad— con principios más formales de la música académica.
Sus armonías reflejan a menudo las del violín hardanger, que se toca con dos o incluso tres cuerdas a la vez, o las de la cítara noruega (langeleik) y la flauta de sauce, instrumentos profundamente enraizados en la tradición popular.
La pieza que escucharemos hoy forma parte de su Danza Sinfónica No. 2 Op. 53, “Faldafeykir”, y se titula “Taug gangar.”
Acompáñennos a descubrir cómo en esta obra el pulso de la danza tradicional se transforma en un lenguaje orquestal vibrante, lleno de color y movimiento.
Gracias por acompañarnos en este viaje sonoro. Nos reencontramos en el próximo episodio de Acercándonos a Escuchar. Hasta entonces, recuerden: en cada nota hay una historia, y en cada silencio, una oportunidad para descubrir algo nuevo.