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EDITORIAL
¿Vieron que los jipis también podíamos salvar al mundo? En estos días de encierro y cuarentena obligatoria, todos acuden al cine, las series, novelas, cómics, poesía, incluso hasta apareció el teatro por internet. Estas circunstancias ponen al trabajo artístico sobre el tapete. Claro, tan importantes como los médicos, enfermeros, recolectores de basura y cargos políticos. Pero tan importantes y menos que ninguno.

En las calles no vuela una mosca, al menos desde las 3 de la tarde en adelante. No se preocupen si ven algo de movimiento, hay gente que todavía sigue trabajando u otra que sale al almacén o a llevarle algo al abuelo de la familia. En otras ciudades el que circula sin autorización baila con gendarmería, parece gracioso pero no lo es. Por suerte ya apartaron a los oficiales abusivos. Y se me ocurre buen momento para recordar que esto no es un estado de sitio y debemos reclamar que las fuerzas de seguridad estén al servicio del pueblo y no en contra, como ha sucedido históricamente. Se convocó a la policía para cuidar, no para reprimir.

Mientras tanto en el mundo, EEUU ya alcanzó el primer puesto en cantidad de infectados. Los quiero ver ahora si el sistema de salud pública y universal era un gasto más. Y la solicitud para obtener seguro de desempleo ya es récord con más de 3 millones de personas. La pandemia sigue volteando castillos de naipes, ¿quedará algo en pie?

Respecto a las últimas tendencias de los memes, hay que estar al tanto sin dudas, les puedo comentar que a los ricos fastidiosos, o sea, los chetos, en Ecuador les dicen “pelucón”, en Perú “pituco”, en México “fresa” y en Honduras (escuchen porque este es el mejor) “culito rosado”. Esta información es muy importante para fortalecer lazos de clase entre los pueblos latinoamericanos.

Para ir cerrando, no es oficial pero parece que la cuarentena obligatoria se extenderá 2 semanas más luego del 31 de marzo. Y sí, es lógico. Está empezando el pico de contagios y no da para tirar a la basura todo el esfuerzo que venimos haciendo. Así que mande, don Alberto. Y con vos, Coronavirus, tengo sensaciones encontradas. Nos sacaste como sociedad cosas muy malas pero también muy buenas y en una de esas quiero que te quedes un rato más porque todavía seguimos pensando y mirando a rincones que no habíamos visto jamás.