Londres, 25 de enero de 1993
Wesley guía a los cuatro compañeros a través del pútrido y degenerado Londres de los Yonkis hasta un traficante que puede conocer información sobre la ubicación de Sandburn en ese mundo. Éste les da la dirección de un local donde se reúnen los lacayos de Seymour y un contacto que trabaja allí.
Arriesgándose a ser reconocidos, deciden entrar y obtener la información. Una vez recibida, se dan cuenta del precio que han de pagar por su osadía: Seymour estaba dentro y los ha descubierto.